Translate

lunes, 25 de febrero de 2013

Chapado a la antigua

Esta entrada esta dedicada a explicar mi personalidad que esta definida por mi gusto "extraño" artístico.

Poca gente puede entender que te gusten esas películas tan horribles, esos dibujos irreales y esa música espantosa. A diferencia de la mayoría de los adolescentes, mis preferencias artísticas (cine, música, pintura, literatura) por asi decirlo un tanto "clásicas". Y es que si os soy sincero, formar parte de esta generación que está creciendo con la MTV, internet y demás inventos no me atrae mucho. No digo esto por ser original, ni por fastidiar llevando la contraria; en cierto modo, algunos inventos de estos últimos años han hecho mucho mas fácil y cómodas nuestras vidas. Simplemente estas cosas no causan tanto interés en mí como lo hacen la música de los años 60, 70 y 90; el cine de hitchcock, copolla, kubric y tarantino (entre otros); libros como the catcher in the rye; obras de warhol o lichtenstein y un montón de cosas mas que no deberíais juzgar sin conocer un poco de su historia.

En fin, ya podéis considerar que soy una especie en extinción, un ser diferente al resto, pero quién no lo es? No me preguntéis porque soy así, pero si soy así es porque me gusta. Espero haber dejado las cosas claras y esto que digo se aplica a todos los gustos, ser lo que os gusta, no lo que les gusta.

It's Only Rock and Roll But I Like It - Rolling Stones

miércoles, 20 de febrero de 2013

Nos alejamos

El otro día, fui a La Central Mejicana, un restaurante cerca del colegio. En él, lo primero que vi al entrar fue un cartel en el que ponía "Prohibido whatsapp".

Me hizo gracia, pero sobre todo, me hizo reflexionar. Ahora mismo, estoy con mi familia viendo un partido de fútbol, pero ¿Están ellos conmigo?No, cada uno está con su móvil sin ni siquiera fijarse en la tele. Y esto se repite en cualquier lugar. Hemos cambiado nuestra forma de relacionarnos, podemos creernos que el whatsapp nos acerca a las personas que están lejos, pero lo que realmente hace es alejarnos de las que tenemos cerca.

"Temo el día en que la tecnología sobrepase nuestra humanidad. El mundo solo tendrá una generación de idiotas."

Carlos M.

Bébete el zumo que se le van las vitaminas



Son las ocho de la mañana, notas que alguien te agita y te despierta de tu plácido sueño. Es tu madre gritando "Vamos que llegas tarde, y bébete rápido el zumo que se le van las vitaminas"


Pero, ¿Es esto realmente verdad? ¿O nos han estado mintiendo toda la vida? Siempre nos lo han dicho, y lo hemos aceptado, aunque con poca convicción, y por eso he decidido aclarároslo.

Las vitaminas no se van a ningún sitio, ni se esfuman, ni se evaporan. Lo que hacen es degradarse, ya que muchas de estas tienden a hacerlo al contactar con la luz y el oxígeno. En concreto la vitamina C, que es la que principalmente encontramos en los cítricos. Al degradarse no se van, simplemente no nos sirven para su función, y pierde todo el objetivo de un zumo de naranja. Bla, bla, bla...

Total, haced caso a vuestras madres.

Carlos M

martes, 12 de febrero de 2013

Un domingo cualquiera.

               Y entonces te despiertas. Te das cuenta de que no tienes que ir al colegio, y eso debería hacerte feliz, pero no, mañana es lunes y entonces comienza la depresión. Sobre todo cuando te das cuenta de que todavía no has empezado los deberes, ni siquiera a preparar el examen acumulativo. La mente se te comienza a llenar de pensamientos negativos y todo va a peor.  


                 Encima como te has levantado tarde no tienes tiempo para nada, comes y te pones a ver la tele, pero solo ponen unas películas horribles (como las de antena 3 que parecen haber sido compradas en gasolineras) y por eso viene la siesta (algo esencial).


              Cuando te despiertas ya no te queda nada, el lunes se acerca rápidamente y estás aburrido como una ostra. Pero no, todavía te quedan montañas de deberes que no has podido hacer ni el viernes, que desde que don Alfonso Hervás dijo que no se trabajaba ese día nadie lo hace (aunque antes tampoco lo hacíamos) ni el sábado.




            Es el día que más libertad tenemos de la semana, y sin embargo uno de los más aburridos ¿Por qué? Quizás porque no planeamos nada, dejamos simplemente pasar el día sin hacer nada, tirados en el sofá y quejándonos de lo malo que es tal jugador, o de la FIA que SIEMPRE va en contra de Alonso, la cosa es maldecir.

           Y sí, eso es así en la mayoría de los casos, pero ¿Va a cambiar? No, somos así por naturaleza.






                                                                                                                          Carlos M.

martes, 5 de febrero de 2013

SOLO ANTE EL VUELO




Móvil, cartera, pasaporte. Móvil, cartera, pasaporte. Móvil, cartera, pasaporte.Registrarse cada diez segundos para ver que no te han robado y ver que lo sigues teniendo todo controlado. ¿A quién no le ha pasado?


Los que, alguna vez hayáis ido solos en un viaje en avión conoceréis esta sensación. Una sensación de inseguridad, sabiendo que cualquier cosa puede pasar: Te han robado el pasaporte, el vuelo ya ha salido o te has equivocado de terminal. Cualquier cosa puede pasar, cualquier tontería que te fastidie el plan.


Mi primer viaje fue a Estados Unidos, no conocía a nadie, prácticamente ni sabía a donde iba, me metieron directamente en el aeropuerto y allí me dejaron, con un día entero perdido viajando y esperando.


Primero con las prisas de no llegar al avión, sin saber si vas a llegar o no, y luego ver que tienes tres horas de espera para hacer lo que te venga en gana. Pero no es un momento bueno, ya que quieres usar el móvil, pero no te queda batería, todo un estrés.


¿Y que decir de los asientos incómodos?Al no tener un compañero con el que sentarte al lado y hablar, te toca con la gente más plasta que pueda haber. Que si el niño de cuatro años detrás pegándote pataditas, que si estás sentado al lado de una señora de grandes proporciones que no te deja salir al baño, que si te han cambiado los horarios y estás muerto de sueño por el "jet-lag" o de hambre, y todavía no te traen la comida.

Y llegar al destino y que no te reciban, quedarte esperando, solo, en "arrivals" sin saber quien te va a recoger, o qué hacer.


En fin, esta es mi experiencia, no sé que tal la vuestra, o ni siquiera si habéis pasado por ella, pero desde luego, mejor acompañado que solo.



                                                                                                       Carlos M.





lunes, 4 de febrero de 2013

FELICIDAD

             Para estrenar este blog, comentaré una película que vi hace poco y la analizaré. La película llamada Maktub (que se la recomiendo a todo el mundo) trata sobre un padre de familia que conoce a un niño con cáncer, y de vida mucho peor que la suya que, sin embargo parece ser mucho más feliz que él. El filme, muy emotivo, refleja como el protagonista, viviendo en una gran casa y con una familia lleva una vida más triste que la de un niño al que poco le queda de vida.


             Y yo pensé, ¿Dónde está la felicidad? La felicidad es lo que todo el mundo desea, así que alguien debe haber encontrado la clave para encontrarla ¿No?


            Pues sí, en la convivencia de hace unos días en la que fui a Navarra, tuvimos una conferencia con un tal Carlos Andreu. Él nos dio una gran charla sobre la vida, como la ve la gente y como debe ser. Dijo una frase que a mí (Y supongo que a la mayoría también) me impactó mucho "La felicidad no está en la meta, está en el modo de llegar a la meta" Es decir, que no somos felices al llegar a nuestro objetivo sino al luchar por conseguir nuestro objetivo.


           Antonio (El niño enfermo de la película) se esforzaba en vivir cada día al máximo pues sabía que le quedaba poco. En cambio Manolo (El protagonista) está encerrado en una monotonía y no escapa de ella. Su vida es aburrida así y no hace mucho para cambiarla.



         Así que sé feliz, tu vida mejorará, disfruta de cada momento, no de tus metas. "Un día sin reír es un día perdido"






                                                                                                                         Carlos M